Orgullo mexicano

Cuando la cuenta de los días llega a su fin, en realidad no acaba, apenas comienza una nueva era. La sucesión de las edades deriva en la sabiduría, y la sapiencia, a su vez, deambula entre el día y la noche como la juventud y la vejez entre la memoria y el olvido. Olvidar el paso del tiempo, pesa tanto como un calendario despreciado por la soberbia. Es en la nada que el todo se encuentra, y es desde el todo que la nada surge. El Uno, píensa Parménides, incluye el vacío. Hoy, cuando añoro los besos y caricias de mi Coneja amada, entiendo el valor del cero.

VIADUCTO BICENTENARIO ARRASA LA FLORIDA


A la sombra de las elecciones del Consejo de Participación Ciudadana, en plena transición del Consejo anterior al actual, con una celeridad de vértigo, las autoridades del Estado de México, del Municipio de Naucalpan, las empresas constructoras del Viaducto Bicentenario, en cuestión de unas horas destrozaron parte del Fraccionamiento La Florida, ubicado frente al Parque Naucalli, justo a la altura de las emblemáticas Torres de Satélite (más propias de la Florida por su ubicación que de la colonia Satélite).
En un giro de la "fortuna", luego de varias gestiones legales y administrativas de los colonos de Satelite, el proyecto original del Viaducto Bicentenario fue modificado de modo que las afectaciones pasaron a ser preocupación de los Fraccionamientos La Florida, Echegaray y Boulevares, en el munucipio mexiquense del Estado de México.
A pesar de las juntas con vecinos, de las consultas omitidas, y partiendo de la ocultación de los detalles del proyecto, los vecinos de esta colonia, en su mayoría personas de la tercera edad, se han visto en la indefensión total. La indiferencia de los gobiernos municipal y estatal ha quedado demostrada una vez más.
Los vecinos ya tenían noticias desde hacía algunos años de las pretensiones oscuras de ciertos grupos empresariales y políticos sobre la región concreta, por su alto valor inmobiliario y su estrategica ubicación. Ahora, con la construcción del viaducto elevado, las sospechas se concretan y los patrimonios de cientos de familias se verán afectados.
Esta colonia en un año y medio se ha visto alterada por sus dos flancos principales, primero por la construcción del Puente San Agustín, pensado para el desahogo del tránsito vehicular conflictivo proveniente de Satélite con rumbo a Azcapotzalco. Ahora, por esta magna obra.
Entrevistados, muchos vecinos aceptan que el progreso es bien venido, pero reclaman que no se les haya tomado en cuenta suficientemente al momento de elaborar los proyectos y se haya en cambio cedido a las exigencias de una sola colonia, Satélite, que si bien es la mayor en territorio y número, no es la única en ser afectada por la primordial obra pública con que el gobierno de Enrique Peña Nieto se ha venido parando el cuello.
Recientemente los recursos y argumentos legales han podido conseguir una "prórroga" de 10 días para que la colonia presente modificaciones alternativas al proyecto en función de sus afectaciones. Pero el daño ya está hecho.

SER HUMANO, SER POETA





Una añeja discusión más amplia según se la mire: ¿qué es ser escritor? ¿qué es ser artista?
Llevamos siglos debatiendo estas y otras preguntas semejantes y nunca logramos una conclusión. Generalmente terminamos yéndonos por las ramas, cayendo en extremismos, generando groseras discriminaciones o petulantes guetos.
Personalmente he preferido mantenerme al margen amparado en la etimología y la semiología misma de Poesía, es decir, el acto creativo y su resultado, sin importar su forma o soporte, el poema. Desde este punto de vista, la categorización de los poetas se vuelve tan amplia como los oficios e intereses creativos que cada persona, profesión o cultura puede ofrecer y experimentar.
Se trata de una discusión que tiene derivados. Por ejemplo, no faltan los medios periodísticos y profesionales del periodismo, colegas, que cuestionan quién es o no tal. Unos opinan que basta escribir en un pediódico con suficiente frecuencia para hacer periodismo. Otros reclaman el coto de poder que da el conocimiento genérico y el oficio de reportero como requisitos para aspirar al grado de periodista. En la primera perspectiva, tan periodista es el político que colabora con artículos semanales como el jefe de información que redacta la editorial todos los días. En el segundo caso, sólo el "obrero redactor" encargado de buscar, organizar y difundir la información concreta de su fuente, ajustado a ciertas normas es digno del título de periodista.
Aquí cabe preguntarse quién es más poeta, ¿quien tiene sensibilidad y maestría para construir metáforas? ¿El que emplea amplia y ricamente el idioma? ¿Quien redacta de modo impecable, sin fallas gramaticales de ningún tipo? ¿El que retoma la realidad y la voltea para recrearla desde su punto de vista? ¿Aquella persona que logra desahogar sus sentimientos y pensamientos de una manera más o menos organizada?
En mi perspectiva anunciada, todos cabemos en la misma canasta. Tan "poeta" es el escultor, como el artesano; el redactor del diario, como el compositor de boleros; así el declamador, como la abuelita que teje encajes; el maya constructor de pirámides, o el gaviero que pone a volar en sus velas las ilusiones mercantiles que abren fronteras al hombre.
Los seres humanos hemos pecado de soberbios y de ambiciosos. Personalmente no tengo nada en contra de las asociaciones de escritores, incluso hace años me inscribí a la de mi país, por breve tiempo (por ¿falta? de consecuencia en mi modo de trabajar); nunca pasé de "aspirante", a pesar de vivir medianamente de la escritura para diversos medios. Pero creo que hemos sobrevalorado demasiado los "derechos" que nos asisten en tanto "obreros" de la palabra, como si la palabra, el "logos" nos perteneciera en exclusividad. Qué bien que se registren y respeten los derechos, pero no puede olvidarse que una vez expuesta la obra deja de pertenecer a su creador para pasar a ser del dominio del recreador, o sea de su consumidor. El intérprete, el lector.
Porqué disminuir una composición de un infante sólo por el hecho de su edad. ¿Un poema de Rubén Darío, declamado por un niño en la escuela lo hace menos poeta; o al niño lo hace más maduro?
Reza el proverbio que "del dicho al hecho hay mucho trecho" y me resulta ocioso detenerme en el trayecto para ver los áboles de las categorías, cuando el bosque de la creatividad es tan vasto y compartido. Habrá árboles incipientes, arbustos, yerba nociva, enormes copas, troncos robustos, sombras y claros, hoja perenne y hoja caduca, pero todo hace al bosque, así los zorros como las ratas, los búhos y las mariposas, las larvas y las arañas. Y diciendo esto extiendo una mirada a mi biblioteca y veo lo que he leído y lo que me falta por descubrir.
Que el trabajo creativo es perfectible, nadie lo duda, pero no podemos dejar de lado que en más ocasiones una carta de amor puede ser más releída, con todo y sus faltas, que una novela escrita por un Premio Nobel.
La poesía es el acto humano que nos aproxima en potencia y significativamente con el acto divino cuyo fin es el mismo, crear. El poeta sólo es el instrumento chueco o derecho, agudo o necio. El poeta es el primer poema, el más inacabado. Humildemente, eso pienso, eso creo. ¿Lo he dicho bien o mal? ¿Esto me vuelve más o menos poeta, escritor, lector...? Y, ¿dónde queda en todas estas consideraciones Dios y sus sublimes creaciones?

DIEZ RAZONES

La siguiente meditación fue provocada por el audiovisual que aparece abajo. Dejo a tu criterio, amable lector, las conclusiones muy personales y la libertad para hacer cuantos comentarios quieras. Perdona la falta de imágenes ilustrativas y capaces de hacer más llevadera la extensión, pero en este caso la palabra basta para pintar; al menos eso espero.
Primero. Me sorprenden los créditos, pues me ubican la realización de este audiovisual en Argentina, mientras la voz se me hace muy conocida. Si no es Jorge Guzmán, locutor de mi camada, colega, y miembro de la estación de radio mexicana El Fonógrafo (muy del agrado de mi madre y mío), cuyo giro especial es la música del recuerdo (boleros, baladas de los años 30 al 70); si no es él, se parece muchísimo.
Segundo. Por audiovisuales como este es que luego no hago demasiado caso a los mensajes de "autoayuda", las intervenciones coloquiales que buscan animarlo a uno. No quiero decir con esto, insisto, que no valoro su peso, el cierto grado de verdad y razón que pueden encerrar y encierran en muchos casos, como este. Lo que quiero expresar es que cada cual toma de cada mensaje, como de la moda, lo que le acomoda. Y desafortunadamente no siempre es lo mismo que tomaría aquél o aquélla. Y eso es lo rico de ser humano, la diferencia, para empezar, de criterios.
Tercero. El eufemismo "no estás deprimido, estás distraído" es una invitación a la negación, una de las etapas del duelo. Reconozco que es una invitación más constructiva que otras que puede haber. Pero no es conveniente olvidar que la depresión es una enfermedad, mientras que la distracción es una actitud. Dos cosas jamás concomitantes.
Cuarto. Sí, sí, comulgo con mucho de lo dicho en este y otros mensajes. Sobre todo con la idea de reconciliarse con uno mismo, en recobrar o reforzar el amor por uno mismo para poder amar al prójimo. Igualmente que nada ni nadie es de ninguno, y por lo tanto la pérdida (en cuanto a despojo de lo poseído) es una falacia. Pero en el duelo, la pérdida, al menos en mi caso, no es por lo que tuve o dejé de tener, sino por el vacío que definitivamente queda en el corazón y en la vida. No es el espacio físico, no es el hueco en el sofá, la huella en la cama, la silla desocupada, la mamá de Toño o la de sus hermanas, la abuela... Es mucho más profundo y existencial, sobre todo cuando el apego, la simbiosis con la persona amada ha sido la raíz de lo que uno es y ha sido y espeRABA ser.
Quinto, Sí, estoy deprimido, incluso a veces ciclotímico. Sí, estoy también distraído, no rindo igual, todo mi mundo se acabó como lo conocía. De pronto no sólo me encuentro SOLO (y esto es muuuucho más que una simple palabra descriptiva de MI situación), sino confrontado conmigo. Debo construir una vida. No una vida nueva, no reconstruir, como puede hacerlo el viudo, el divorciado, el que cortó con la novia, el desempleado, todos los que tienen de una u otra forma un apoyo en la mascota, en la pareja, en la familia inmediata, en los hijos...
En mi caso muy particular, nadie en realidad me Necesita y aunque suene duro, la verdad es que podría morir dentro de una hora y a nadie haría Falta, por más que mis poquísimos allegados, o familiares con quienes casi no tengo contacto me digan lo contrario. No es igual ser considerado por los otros que ser necesitado. Entiendo que les "faltaría" como el amigo o el tío o el hermano, y eso es muy importante, pero estoy seguro (pues es ley de vida) más pronto que tarde pasaría a ser el recuerdo, el retrato, la anécdota. Claro que muchos dirán, "sucederá en tí lo mismo en relación con tu madre". Es posible, y sólo el tiempo lo dirá, pues no es asunto de voluntarismo, y quien así lo crea, que me perdone pero es un cretino y un cínico, y también por ello muy respetable.
Sexto. Muchas de las cosas contenidas en mensajes como este yo mismo las he dicho a otros, muchos de mis alumnos lo pueden atestiguar. Pero no se ven igual los toros desde la barrera, desde galería que desde el centro del ruedo. Siempre lo he sabido, pero ahora lo confirmo. Parafraseando a la poetiza en su descripción de la rosa, vivir es padecer es sufrir es morir. Para aprender a morir se debe aprender a vivir, y viceversa. La vida con toda su salud y su enfermedad se padece día a día y duele; duele la lágrima de la madre primeriza feliz al tener a su hijo entre los brazos, como duele la lágrima del individuo que despide por última vez a su ser más amado. Y sí, muerte es mudanza es cambio es transición. En lo material y en lo espiritual. En lo social y especialmente en el ámbito de la persona.
Séptimo. Es filosofía de vida la misma muerte. Es filosofía de muerte la misma vida. Llevaban razón Heidegger, Kierkegaard, Hume, Unamuno, Ortega y Gasset... La circunstancia, conglomerado de situaciones, nos determina pero no nos enclaustra. Somos y estamos para la nada. Ahí radica la humildad de nuestra condición mundana. Ahí radica nuestra humanidad.
Octavo. Las cenizas de mi madre me aterrizan, son arena fértil sobre la que la memoria resguarda la semilla de lo que seré, de lo que anhelo. Ignoro lo que hay para mí adelante. ¿Una pareja? ¿Una familia? ¿Mejor situación económica? ¿El final? ¿El comienzo de algo? Es claro que quieto y aterido no responderé estas y otras preguntas, pero puesto a meditar como aprovechamiento del "tiempo perdido", como consecuencia de la "distracción" en que me hallo, mi condición actual es la del embrión. ¿Qué saldrá del cascarón? No lo sé. Lo mismo puede ser un monstruo que su contrario. El fruto del anhelo o lo que deja la necesidad.
Noveno. No es fácil, al menos para mí y otros, ser lo que se quiere. Muchas veces sólo se es lo que se puede o lo que se debe. No obstante estas verdades, creer es la clave. Y, cuando las circunstancias y lo que envuelven lo han orillado a uno a perder la confianza, a descreer de las propias capacidades, es entonces que cabe la preocupación.
A veces la desconfianza es ficticia. En mi caso, los golpes recibidos han sido suficientemente certeros para herir ya no la vanidad del ego, sino la fe. Frases, miradas, apretones de mano, respuestas, dudas de propios y ajenos han caído en buen y sensible caldo, minando como moho pernicioso mi creencia en mí. Como cualquiera, tengo mis fracasos y mis triunfos, mis frustraciones y satisfacciones, ponderados equitativamente. Pero la fe, la Fe es la que sostiene la decisión bajo la disyuntiva shakesperiana. Ser o no ser, he ahí la cuestión. Y de ella depende, aún menos que la felicidad, el grado de bienestar. Estoy en la labor de volver a creer en mí y con la esperanza de hallar quien por su parte también crea en mí. Desde este punto de vista, empero la aparente blasfemia, soy como Dios mismo.
Décimo y último. Dar y Ser... Ser para Dar... Dar para Ser... Dar-se... Es lo más arduo y como todo lo que se da, uno mismo se agota, si bien es recurso renovable. Me he dado tanto y a la vez tan poco. He recibido más agradecimiento que otra cosa. Pero aunque notablemente satisfactorio, no sólo de agradecimiento vive el hombre. Amar y Ser amado, no es igual que amar y ser amado. Las mayúsculas y minúsculas encierran variantes de significado muy importantes.
¿Cuán amado he sido? He llegado a ser amado, pero no tengo claro con qué intensidad, con qué intención, por cuánto tiempo y muchas veces ni siquiera por quien.
¿He alcanzado la categoría de Ser amado? Por lo que respecta a mi madre adorada, definitivamente sí. Mañana, quizá a los ojos de alguien más. Algunos dirán, "ya lo eres de Dios", mas no quiero entrar por ahora en discusiones teológicas y mucho menos teogónicas o doctrinarias.
Y aquí cabe traer la idea del Dar como Entrega de uno mismo, que no necesariamente como sacrificio. Algunos piensan y han dicho sin hacerlo con todas sus letras, que sacrifiqué mi vida por dedicarla a mi madre y viceversa. ¡Me río, pues desconocen los detalles de los motivos y los motivos específicos de la entrega mutua y recíproca que derivó en simbiosis, para despecho de más de un psicólogo y psiquiatra!
No es el amor del hijo lo que ha quedado fracturado, mucho menos el del hombre; es el amor de madre, que si bien comprendo pervive en mi mente y en mi corazón, al cambiar de sustancia lo hace también en su modo de relación. Lo arduo y doloroso no es saberme sin ella, o verme forzado vivir sin ella, sino de la noche a la mañana, ser sin ella. Parafraseando la canción "Laura", nada soy sin ella, y este es un descubrimiento asaz grosero, contundente, furtivo, continuo que viene y sigue al deceso exacto.
Cuando ocurrió el fallecimiento, no sucedió lo que alguna vez imaginé a manera de guión de película o telenovela: no me lancé al camastro, no lloré, no la besé, sólo acaricié su mano, mi mirada recorrió su cuerpo inerte. En cuanto salí del gabinete para dar la noticia a mis hermanas, al verlas, al ver la mirada angustiada de mi hermana mayor, la "más fuerte", sufrí el primer vahido, flaqueé. Mis fuerzas, acumuladas por años para sostener el amor que nos unía, se desvanecieron. Y no fue sino hasta el momento de llegar a la casa, en la madrugada, cuando subiendo la escalera topé con su retrato principal, cuando su sola vista provocó el estallido. ¡Qué drama griego ni que nada! Si no desperté al vecindario, es porque al final del día, en realidad a los otros lo que pasa dentro de uno vale un sorbete.
Así, que la idea de que estar uno deprimido deriva en la depresión del vecindario es una fómula gazmoña y falsa. Cada cual tiene sus penas como para dejarse llevar por la depresión de uno y es tarea exclusiva de ese uno salir avante, desahogar la embarcación o hundirse sin remedio. Realmente la solidaridad es un manjar esporádico. Y si bien siempre se agradece, uno debe aprender a expresar su alegría y su dolor sin preocuparse por los demás, para no preocupar a los demás que podrían sentirse afectados de un modo u otro. En circunstancias como la planteada, todos extendemos la mano, ponemos a disposición del doliente el oído, el hombro, el pañuelo, ¿pero por cuánto tiempo, cuántas veces? Si algo no tolera fácilmente la paciencia es al impertinente. Y cuando uno está imbuido en el propio dolor el tiempo las actividades de los demás quedan desdibujados y es muy fácil pecar de inoportuno en la solicitud de ayuda, de apoyo, de comprensión. Ni todos ni todo el tiempo es posible darse sin conmiseración. Allá, aquel dirá, "este otra vez chillando, ¡bah!"; y aquella optará por la indiferencia.
Entonces, sí, acepto; estoy deprimido, y es natural. Estoy distraído y es consecuencia parcial de mi estado emocional. No estoy mal. No estás mal. No estoy bien. No estás bien. Tienes razón y yo también.
La Muerte encierra el inicio en lo que tiene de final.

SONIDOS DE VIDA Y DE MUERTE

¡Me encuentro patidifuso!
Enclaustrado, abrumado por mi duelo, hasta esta fecha me entero de la muerte de un artista (etnoartista, como se le definía) que tuve el gusto de conocer en persona en la época cuando quien suscribe producía el programa radiofónico Sin Máscaras, conducido por la periodista Elizabeth Vargas. Una gran pérdida, definitivamente, tanto para la difusión de las tradiciones prehispánicas en materia musical, como para la investigación y la experimentación musicales, pues cuando en Estados Unidos y Europa comenzaba a explorarse la producción de espectaculos musicales a partir de la producción de sonidos, teniendo como único o principal instrumento el cuerpo, ya Jorge Reyes tenía un camino andado en la utilización de percuciones, vientos y sintetizadores en la producción de obras modernas a la vez que llenas de una sensibilidad profundamente ancestral.
Sonidos de vida y de muerte, remembranzas silbadas de anhelos conquistadores, golpes de pecho que movían a la contrición y el hallazgo del alma de las piedras.
Jorge, un hombre bueno, tímido, muy tímido; sensible, extremadamente sensible; sencillo por antonomasia, fue de los pocos artistas internacionales de México que, aun en medio de la fama, transitaba por el mundo como cualquier viandante, como cualquier desconocido. Las hojas secas cantaban bajo su caricia, el palo de agua arrullaba la conciencia, los caracoles murmuraban el grito del tiempo, los cascabeles hendían sus chispeantes lágrimas en el fuego nuevo, la garganta balbuceaba frases guturales, aullidos, tonos prolongados que narraban la intimidad de la luna.


Cómplice de los huesos, de la madera, de la arena, del viento, del maíz, Jorge Reyes fue, era, es, será (gracias a sus grabaciones) traductor de chaneques. Seguramente hoy deambula entre las nubes huracanadas, bajo las sombras de chopos y encinas, agitando sauces llorones, recorriendo cascadas, hundiendo su alma en el sueño de antaño y volviéndolo el deseo de hogaño.
Me entero de la noticia cerca de los días de difuntos. Jorge Reyes murió el 8 de febrero de este año. Con razón no me enteré, ese día, cumpleaños de una de las mejores amigas de la juventud de mi madre, día previo al cumpleaños de mi madre, 5 días luego de mi cumpleaños, 9 días después de la muerte de mi amada Coneja, qué iba a estar en este mundo, si con dificultad podía salir de la hondura del dolor propio.
Hoy, sumo a mis duelos acumulados y que no acabo de superar por ir uno detrás de otro, uno más. ¡Dios, así no puedo; cuántas pruebas más!

MEDICINA TRADICIONAL MEXICANA


Recientemente la Universidad Autónoma de México (U.N.A.M.) presentó el resultado de un esfuerzo monumental, consistente en la construcción de una enciclopedia multimedia especializada en la medicina tradicional mexicana.
Esta enciclopedia o biblioteca (como se ha intitulado en realidad) recupera en gran medida, y superando por mucho cualquier expectativa, el enorme bagaje cultural que en cuestión de herbolaria y tratamientos curativos caracteriza a México.

Primero en su tipo, por su alcance, este ejercicio ha involucrado no sólo a académicos, médicos, informáticos, estudiantes, antropólogos, sino de manera muy particular a los curanderos o "terapeutas", los chamanes y otros personajes que a lo largo y ancho del país ejercen esta actividad considerada por muchos como marginal, cuando en realidad en muchas comunidades y regiones es la única forma institucionalizada de cuidado y procuración de la salud, especialmente entre las diversas etnias que conforman la vasta y variada población mexicana.
En esta encicplopedia puede encontrarse la información relativa a plantas, tratamientos, padecimientos, variantes, regiones de empleo, nombres originales y referencias. Por supuesto que no se trata de un manual para automedicarse ni nada parecido, ya que eso iría también en contra de los principios más elementales.
Enhorabuena por ese lanzamiento. Nos congratulamos porque de este modo la U.N.A.M, contribuye una vez más al rescate del patrimonio cultural de México y el mundo.
Probablemente a algunos de nuestros lectores les parezca extraño encontrar este artículo en este espacio. No hay razón para la extrañeza, pues este hallazgo por sí mismo es suficiente para provocar múltiples meditaciones acerca de la importancia de la salud como elemento constitutivo del ser.

No cambies (Herencias 2)

Siguiendo con la serie de "Herencias" de mi madre Maria Teresa Torres Pallares, recuerdo que de chico y todavía en la adolescencia muchos amigos y maestros me decían, admiradores de mi forma de ser (como si fuera la gran cosa), "nunca cambies". ¿Qué veían en mí que yo jamás he podido hacer suficientemente consciente? ¿Qué valoraban de mi persona que yo, ciego, no he aquilatado del mismo modo?
Pasaron los años, momentos gratos e ingratos vividos en complicidad con mi madre, haciéndose entrambos una relación simbiótica indescriptible. Un buen día sentí que había cambiado... ¿para bien?

NO CAMBIES
Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era.
Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.
Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo; y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.
Pero un día me dijo: "no cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte".
Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: "No cambies. No cambies... Te quiero...".
Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡oh, maravilla!, cambié.
Ahora sé que en realidad no podía cambiar hasta encontrar a alguien que me quisiera, prescindiedo de que cambiara o dejara de cambiar.
¿Es así como tú me quieres, Dios mío?

Decretando (Herencias 1)

Con los siguientes pensamientos comienzo una pequeña serie de entregas. Hace casi siete meses murió mi madre y entre sus papeles encontré una serie de lecturas y pensamientos que le fueron dados una ocasión que tomó un breve curso de comunicación interpersonal y psicología transpersonal. Como si fueran una forma de herencia, o si se prefiere como mensajes de ultratumba, los leí acuciosamente y hoy los comparto con mis generosos lectores, entre los que se cuentan amigos y familiares.
Es probable que algunos textos les resulten conocidos y quizá incluso reconozcan o conozcan al autor. Desafortunadamente en los papeles de mi madre no están anotadas las referencias, así que me perdonarán los autores originales, para mí la autoría corresponde a la de María Teresa Torres Pallares.
MERECIMIENTO
Me lo merezco. Merezco todo lo bueno. No algo, no un poco, sino todo lo bueno. Ahora dejo atrás todos los pensamientos negativos restrictivos. Abandono y olvido las limitaciones de mis padres. Los amo y voy más allá de ellos. No soy sus opiniones neegativas, ni sus creencias limitantes. No estoy atado por ninguno de los temores o prejuicios de la sociedad actual e la que vivo. Ya no me identifico más con las limitaciones de ninguna clase.
En mi mente tengo libertad total. Ahora me muevo en un espacio nuevo de conciencia, donde estoy deseoso de verme de diferente manera. Deseo crear pensamientos nuevos sobre mí y sobre mi nueva vida. Mi pensamiento nuevo se convierte en experiencias nuevas.
Ahora sé y afirmo que soy uno con la Fuerza Próspera del Universo. Como tal, ahora prospero en muchas formas. La totalidad de las posibilidades yace en mí. Merezco la vida, una buena vida. Merezco el amor, un amor en abundancia. Merezco la buena salud. Merezco vivir confortablemente y prosperar. Merezco la alegría y la felicidad. Merezco la libertad de ser todo lo que puedo ser. Merezco más que eso. Merezco todo lo bueno.
El universo está más que deseoso de manifestar mis creencias nuevas, Acepto esta vida abundante con alegría, placer y gratitud. Soy merecedor. Lo acepto; sé que eso es verdad.

LEY DE SALARIOS MÁXIMOS

En distintas ocasiones, en varios espacios de esta nuestra revista Indicios Magazín-e, publicamos artículos alusivos a la ley de salarios máximos, incluso desde antes de que se pensara en ello, como consta en las referencias que hemos anotado en dichas aportaciones. Pero también hemos dado seguimiento a lo que los legisladores y políticos en general han efectuado o declarado en torno a este tema. Y no es que hablemos mal de México, nuestra nación querida.
Ahora que la ley ya promulgada ha entrado en vigor desde esta fecha, retomamos el tópico, no sin insistir en que nuestra propuesta desde un principio ha señalado la necesidad de que semejante ley no sólo afecte al ámbito gubernamental y burocrático, sino que es forzoso que siente precedente para que en la aún eludida reforma laboral se considere una adición equivalente para el ámbito privado, pues es inconcebible que haya particulares que obtengan emolumentos muy por encima incluso de los magistrados a los que ahora trae la crítica entre ojos.
Si resulta grosero e injusto que la disparidad de sueldos en el gobierno sea uno de los factores causales de la corrupción, no lo es menos en el caso de la empresa privada. Las grandes fortunas deben también ser ajustadas a cierto techo, así como la base obedece a un piso denominado salario mínimo. Si bien no es LA fórmula, sería una manera de estrechar la brecha entre ricos y pobres que bien vale la pena explorar seriamente, y no nada más para México, sino en general para el mundo.
Hemos planteado en otros artículos que una forma de contribuir al mejoramiento y normalización de la economía nacional sería precisamente mantener los ingresos individuales dentro de cotas flexibles, de modo que los excedentes pudieren ser reinvertidos en otros rubros y se propicie el ahorro en vez del consumo a ultranza como medida de salida presupuestal. Esto, bien pensado y legislado no atentaría contra las utilidades de las empresas, sino daría un elemento de certidumbre para que estas utilidades no fueran causa de dispendio o de engrosamiento de cuentas particulares.
Por supuesto, estas modificaciones y reformas no pueden ir solas, es también obligado que vayan de la mano de la reforma hacendaria integral, pues de lo contrario se corre riesgo de que continúen caminando por senderos bifurcados la economía de los hogares y la economía comercial. De nada serviría establecer techos y pisos, si por otra parte la industria, la banca y el comercio no son regulados igualmente. Se trata de definir controles económicos, no precisamente proteccionistas, pero con la inteligencia suficiente como para promover el desarrollo interno, la generación de empleo, la inversión productiva y la competividad. Especialmente debe romperse el círculo vicioso de dependencia en torno a la economía estadounidense (incluidas las remesas) y el petróleo. México tiene muchos otros recursos en los cuales cifrar y apuntalar su progreso y su crecimiento, el más importante, su recurso humano. Disciplina, educación, agricultura, tecnología y ciencia propias, muchos han subrayado, pueden ser columnas capaces de sostener al país, pero mientras sigamos peleando entre nosotros por un trozo de silla...
Esto es lo que debería colocarse En primera, claro sin menoscabo de los otras prioridades que hoy por hoy nos preocupan.

APUNTE DE ULTRATUMBA

Mi madre murió el 30 de enero de 2009. Hacia el 28 de julio de ese mismo año me encontraba en Villahermosa, Tabasco, en medio de la biblioteca que mi madre comenzara a clasificar hace algunos años. Repasando en la memoria la huella de sus pasos, los aromas entremezclados del trópico y su nueva forma de estar presente en la ausencia. Revisaba los libros y algunos documentos personales de su hermana, quien falleció tres años antes que ella, entre ellos de pronto, a modo de separador de hojas, un papel saltó escrito de puño y letra de mi madre. Decía:

Cuando de tu mano caiga
el libro de la vida
quedará una flor marchita
que el tiempo ha secado.

Que no te asuste lo desconocido,
ni tampoco el más allá
si quieres saber algo más
pregúntaselo a las aves.

Si crees que está en tu mano
ya la tersura ya la belleza,
recuerda, no será por siempre,
se te escapará como agua
entre las manos.

ENTENDIENDO EL ALCOHOLISMO


En la revista Speak Without Interruption (SWI) de la que somos colaboradores, el editor publicó un artículo provocador: "No lo entiendo". Suscitó numerosos comentarios. Luego de leer los previos al que nosotros asentamos ahí, fuera de lo que agregue el sentido de nuestro idioma y cultura, es poco lo que podíamos añadir. No obstante, reconocemos que era justo lo que cabía en esta sección de Indicios Magazín-e.
Tras leer dicho artículo es fácil corroborar que no es poco frecuente que en las familias haya al menos un alcohólico o drogadicto o dependiente en algún grado.
Siendo ciertísimo que el peso de la genética determina la enfermedad, desafortunadamente aun existiendo la tecnología más avanzada, no es un dato que se sepa hoy por hoy desde el nacimiento o antes como una medida de prevención, así que en general todos hemos de sucumbir al gusto, a la presión social, a los trastornos neuronales... a nuestra condición de humanos.

Como enfermedad muy estudiada, el alcoholismo en realidad no es difícil de entender a pesar de su complejidad. Y eso quedó claro en algunos de los comentarios ya anotados arriba. En cuanto a sus dimensiones sociológicas, económicas y hasta políticas, tampoco es arduo comprender causas y efectos que la determinan.

Lo preocupante, lo delicado y abstruso es su dimensión fundamental, la humana. Es ahí donde resbalamos fácilmente, tanto los enfermos como quienes los rodeamos o conocemos. El fenómeno ocasiona preguntas alrededor de la identidad del hombre. Invariablemente se asocia con valores como la felicidad, el amor, la vida, la muerte, la razón de ser lo que se es. Si en lo biológico su trasfondo es genético y neuronal, en lo esencial es axiológico.

En la hondura de su alma, el adicto no se pregunta por qué hace lo que hace, no justifica su "vicio", no se identifica como enfermo sencillamente porque está extraviado en su identidad. La pregunta que finalmente le atormenta es "quién soy", y para hallar una probable respuesta siempre cambiante depende de sucedáneos de la iluminación, como muestra en broma el chiste aquel del ebrio que, cuestionado sobre las razones por las que bebe responde: "Bebo, para olvidar"; y el cantinero insiste: "¿Para olvidar, qué?; a lo que contesta el borracho: "Que bebo". Claro que esto puede suceder mientras el enfermo tenga conciencia de su estado, aunque lo niegue; porque en el momento que pierde la noción de lo real, se extravía, como nosotros mediante estas líneas y en cierto modo, en un mundo ficticio, virtual, donde todo se hace posible y hasta lo efímero tiene aspiraciones de eternidad.

Quienes han perdido un ser querido a consecuencia directa o indirecta del alcoholismo, lo difícil de asimilar no es tanto la enfermedad en sí, sino los caminos tortuosos que llevan desde ella a la muerte, accidental o propiciada.

El familiar del alcohólico busca por otros medios menos destructivos comprender lo mismo que el enfermo, pero además en función de éste. No se pregunta tanto, por qué bebía, sino cuestiona cosas más densas como por qué, si "sabía" que eso acabaría con su vida, continuó hasta lo irremediable; por qué procurar la agonía tortuosa del desanimo para apurar el trago amargo de la angustia que sigue a la muerte; por qué tanto egoísmo. Y estas son sólo algunas de miles de dudas que pueden ocurrir en la mente del deudo de un adicto.
Pero aún más, lo importante entonces no es ya si el ser querido y ahora ausente fue o no alcohólico. Con el transcurso del tiempo todo se resume en inquirir ¿por qué él o ella?; ¿por qué así? Preguntas que todos, yo mismo desde hace cinco meses cuando murió mi madre (que para mí fue mi todo), nos hacemos cuando un ser amado fallece y a veces aún antes.

Así, sin restarle importancia, el alcoholismo per se no es lo que inquieta, sino sus causas y efectos en la constitución de eso que denominamos Hombre. Pensar alrededor del alcoholismo es sólo una de muchas meditaciones acerca de lo que significa ser Humano.

RELACIÓN CONTENCIOSA

Anota el diccionario sobre "contencioso": dícese de las materias que son motivo de litigio o desavenencia; o sea, añado, de las que no se avienen, de las que no se entienden por no hallarse en armonía. A veces ocurre en una pareja, entre hermanos o vecinos que los une una relación de este tipo a modo de perversión afectiva, generando dependencia y, mientras no es encausada y encauzada, provocando dolor y pena a los involucrados.
Sobre las consecuencias de la bebida y el vacío existencial, de eso trata el artículo que da título a esta entrega. Publicado originalmente en inglés dentro de la revista electrónica Speak Without Interruption (SWI) de la que somos colaboradores, la fuerza de sus palabras acerca de estar ebrio me embriagó.
La escritora identificada bajo el seudónimo Chica Sobria muestra un sorprendente talento en su pluma. Verdadera y profunda, cada línea contiene el corazón y la experiencia, el sufrimiento y el alivio.
Más que un simple desahogo, esta clase de narración es un acto de contrición. Me recordó cierto ensayo filosófico que leí hace tiempo acerca de la embriaguez, empero no me refiero al escrito por el filósofo Gilles Deleuze.
Dicho ensayo me hizo ver este estado de la conciencia de un modo distinto, lo que no significa una justificación para emborracharse.
Cada uno de nosotros es, en un sentido edificante (aunque no se crea que pueda haber tal sentido), un ebrio. Pero no se me malinterprete. La embriaguez asociada con la vida, el amor, el odio, la felicidad, la depresión, la belleza, la muerte y ocasiones equivalentes puede ser tan poderosa o más que la provocada como efecto conocido del alcohol o las drogas or drugs las que sólo potencian la real embriaguez.
Cuando el vacío llega a la mente en la forma de una ausencia causada por algún tipo de pérdida, cualquiera se marea y se extravía; entonces el sentimiento y el pensamiento se vuelven una confusa niebla de incertidumbre. Semejante enajenación de la identidad personal lleva a la conducta del individuo a fabricar su propia epopeya, una en la que el héroe y el villano son la misma cara ante el espejo. Cuando esos rostros se funden en uno el sentido común, la iluminación sucede.
La debilidad ante la existencia y no ante los elementos estimulantes creados para embrutecer la mente humana es la razón por la que caemos en las trampas de la perdición Independientemente de publicar en una entrega posterior el artículo descrito ya traducido al español para comodidad de nuestros lectores, su lectura en su idioma original ayuda a palpar las vibraciones detrás de la lengua, nos acerca notablemente al hablante. Para leer el original, basta con que hagan click sobre el título de este post. Por lo pronto y sin perder de vista la finalidad de esta sección ni desviarnos del tema dela embriaguez los invito a solazarse también con el poema "Embriaguez del Desierto" de Óscar Portela.

¿VOTAR O ANULAR? FALSO DILEMA

En casi vísperas de las elecciones intermedias a celebrarse el próximo domingo 5 de julio en México, y en las que se elegirán diputados locales y federales, presidentes municipales, y en algunos estados gobernadores, algunos medios, opinadores, políticos, académicos, comunicadores han venido presentando el fenómeno del aparente movimiento pro voto nulo y voto blanco con variopintas descripciones. Ya como esfuerzo ridículo por inútil, ya como un intento de desestabilizar el sistema democrático mexicano, ya como una amenaza al sistema de partidos, ya como una aberración democrática; ora cual salida estúpida y marginal variedad del abstencionismo...
En fin, palabras más o menos, exactas o inexactas, la reacción no se ha hecho esperar. Incluso el dilema original entre votar o no votar se ha traducido falsamente entre votar o anular, como si el voto nulo no fuera en sí mismo una opción de sufragio válida y legítima, debidamente comprendida en el código electoral mexicano, aunque cucha en sus definiciones respecto a su uso e interpretación por parte de electores, autoridades, legisladores, juzgadores, pueblo y elegidos.



Falso dilema
El dilema en cuestión hoy como siempre es y ha sido votar o no votar. Por supuesto, siempre en este dilema y apuntando al mejoramiento del sistema político de corte democrático, es preferible votar a no hacerlo, o sea asistir y ejercer el derecho en vez de abstenerse (que también es un derecho, admitámoslo, por muy aborrecible que se antoje a algunos).

El "movimiento", si se le puede llamar tal a la ola "reaccionaria" totalmente espontánea y natural surgida de las filas de la gente por sí sola, y que tiene en jaque a los "políticos profesionales" hoy, a lo que apuesta es a promover el voto y no lo contrario. Pero a votar con auténtica libertad y haciendo empleo de todas y cualquiera de las opciones legalmente estatuidas para el efecto de la emisión del sufragio. O sea, en palabras llanas: VOTA, POR QUIEN QUIERAS Y COMO QUIERAS, PERO VOTA CON CLARIDAD, CONTUNDENCIA Y DECISIÓN.

Por otra parte, entre los críticos de dicha reacción no faltan los que han calificado al fenómeno también de "microrrevolución" o hasta lo han bautizado como "movimiento anulacionista". En el afán de ubicar los fundamentos ideológicos, hay los que han pretendido construir una telaraña de "teoría política", para tratar de entender y contener conceptualmente una onda que, extrañamente para sus ojos, carece de foco, de cabeza, de liderazgo específico y evidente. Ha habido muchos que también han reclamado a la supuesta élite detrás del fenómeno (élite que en todo caso se conformó a posteriori) el trazo de propuestas concretas a demandar y realizar tras las elecciones.

Están los que han denominado al voto nulo como el futuro termidor (cuya etimología alude al hecho de dar calor) de la democracia mexicana, en franca y preocupada alusión al undécimo mes del calendario republicano francés, que empezaba el 19 de julio y terminaba el 17 de agosto, y durante el cual ("9 de termidor") se suscitó el episodio del golpe de Estado con que la Revolución Francesa dio fin al Terror e instauró en su lugar la reacción de la Convención (27 de julio de 1794).

La cabeza de la Hydra

Pues bien, poniéndonos el saco luego de lo que hemos expuesto en artículos previos de forma escrita y auditiva, daremos el gusto y mostraremos primero que en efecto la gente puede sorprender organizada alrededor de un tema, idea, concepto, hecho o sentimiento que la resulta de sentido común, y para ello no hace falta una voz primigenia y estentórea, una batuta intencional y voluntaria; basta la difusión y el consentimiento de lo que se cree justo y adecuado.
Es principio básico del liderazgo que la gente elige a su líder y hay de aquél que se ostente como tal sin el justo reconocimiento del grupo. De aquí los temores y muy comprensibles, pues siempre se estima y así ha sido más de una vez que la gente sin rienda puede causar más estropicio que orden. ¿Esto es una razón política justificante del control o la modernidad comunicativa revelará caras inimaginadas tras el potencial de la gente vista ya no más como una masa informe, deforme, amorfa y conforme, sino como un cuerpo con muchas cabezas y múltiples corazones tan individuales como interdependientes?

Más allá de cualquier populismo trasnochado, de cualquier forma de mesianismo, lo que hoy se experimenta en México es la cohesión de ciertos grupos entre la gente a partir de un sentimiento y unas ideas compartidas. Si estas fueron sustentadas por lo dicho en una página web perdida, o por un académico o un político profesional, poco importa. Lo relevante es la fuerza que pudo tener para suscitar una reacción espontanea que diera pie a breves intentos de acción organizada en la forma de manifestaciones de diversos tipos aquí y allá.
¿Durará? Lo que tenga que durar, ni más ni menos, hasta lograr la satisfacción de los individuos adheridos. ¿Gestará otro nivel de relación y conciencia social? Ya lo ha hecho, ha mostrado que existe en verdad la tan discutida y dudosa por inasible e invisible conciencia social. ¿Sembrará propuestas?
Las propuestas están ahí desde hace mucho, son simples; ni muy alejadas ni muy cercanas a las promesas de campaña de unos y otros, están incluidas a la letra en el espíritu de la nación y del Estado (distingámoslo, por favor, del gobierno; Estado = Gobierno + Territorio + Población) consagrado en la Constitución tan vapuleada, tan olvidada, tan manoseada. Pero sobre eso nos extenderemos en la siguiente entrega.

El Coco de los políticos mexicanos


Sin ánimo de generar más ruido en torno a las elecciones intermedias que se celebrarán en México el próximo 5 de julio, sobre todo ahora que está en boca de todos la polémica en torno al VOTO NULO y el VOTO BLANCO; y más bien con la finalidad de orientar a la opinión pública, vaya al ciberespacio la siguiente información.
Diferencia entre Abstención, Voto nulo y Voto blanco
Votar es estrictamente un derecho y no, como algunos quieren que se crea, una obligación; puede verse como tal si y sólo sí desde el punto de vista social y moral. En cuanto derecho puede ejercerse o no a voluntad del ciudadano en mayoría de edad como individuo. Además de la obvia participación directa con el sufragio directo, en todo comicio organizado para efecto de elección de representantes, gobernantes, sondeo de opinión o cotejo de preferencias, tres son formas legítimas de participación democrática y todas arrojan información sobre el grado de composición o descomposición de un sistema político.
Abstención, cualquiera que sea la causa: desidia, flojera, fastidio o rebeldía es una de tres:
  1. Avalar por omisión.
  2. Decir a los políticos elegidos aún a pesar de la ausencia de uno ante la urna que se está conforme con quien resulte ganador, que no importa quién gane, aun cuando el argumento sea "todos son la misma vasca".
  3. Implica dejadez a modo de reacción, falta de interés en el proceso democrático. No cabe, salvo en situaciones de causa mayor, el pretexto de "no tuve tiempo de asistir a ejercer mi derecho".
Anular puede ser:
  1. Resultado de un error, una torpeza involuntaria al momento de registrar el propio voto (invadir o pasarse del espacio destinado a un partido o candidato, marcar más de de un espacio por indecisión o confusión). Pero cuenta.
  2. Una acción intencional, pensada, meditada, incluso dolosa en el afán de presionar, de provocar un cambio del estado de las cosas, del sistema político, de las formas de la democracia imperante. Para esto la acción debe ser evidente: cruzar o tachonar toda la boleta electoral sin afectarla en su integridad física, pues romperla, rasgarla, arrugarla cae e la categoría de delito electoral con una sanción de varios salarios mínimos.
Voto blanco es una forma de voto válido adicional al que comúnmente se practica para señalar a un candidato o partido seleccionado. Se refiere a la opción dada de un espacio sin logotipo de partido ni nombre de candidato y que se incluye en las boletas a efecto de que los votantes puedan anotar el nombre de un partido o candidato no registrado. Pensado originalmente para validar las candidaturas independientes, en las legislaturas como la mexicana donde no están permitidas las candidaturas de este tipo aun yendo en contra de la garantía individual consagrada en la Constitución del derecho a votar y ser votado, esta forma de voto válido sólo es tomado como dato estadístico vago y que se presta para suspicacias.
El Coco de los políticos
Estas tres formas de votación hoy, en México, han tomado carácter de coco, poniendo en alerta a los políticos. ¿Por qué? Porque pueden incidir de manera determinante en la composición del sistema de partidos y por lo tanto en las ventajas que este trae a las organizaciones políticas tal como ahora se definen y su consecuente registro institucional. Considérese lo siguiente:
20 % DE LOS VOTOS NULOS HACEN NULA LA CASILLA. 20 % DE LAS CASILLAS NULAS HACEN NULO EL DISTRITO. 20 % DE LOS DISTRITOS NULOS HACEN NULA LA ELECCIÓN.
La siguiente es la fórmula que emplean los partidos políticos para obtener el porcentaje de votación conseguido y poder conservar el registro ante el Instituto Federal Electoral (IFE) y por lo tanto gozar de la partida presupuestal correspondiente para funcionar (mucho dinero):
VOTOS RECIBIDOS POR DETERMINADO PARTIDO
DIVIDIDO ENTRE
VOTOS EMITIDOS EN LAS URNAS (LOS VOTOS EN LAS URNAS SON TODOS LOS VOTOS VÁLIDOS + VOTOS NULOS).
Para obtener y/o conservar un partido su registro ante el IFE, el mínimo necesario es 2.0%. Por lo tanto, si aumenta el universo de votos contenidos en la urna, el porcentaje a favor de ese partido disminuirá. Por lo que si un ciudadano no comulga con ninguna de las propuestas o candidatos, una opción para contrarrestar el natural voto "duro" que implican los simpatizantes, militantes y adherentes de un partido o candidato es que, en lugar de propiciar mayor abstención, haya mayor anulación de votos o mayor cantidad de votos blancos. Si se toma en cuenta que comúnmente en las elecciones intermedias el abstencionismo se mide en alrededor del 60%, ¿qué ocurriría si la participación fuera mayor al 80% y dentro de este porcentaje alrededor del 20% fuera de votos nulos? Con este esquema hipotético e incompleto, suponiendo que todos los partidos en México (9) tuvieran proporcionalmente la misma cantidad de votos resultaría: 9/80 = 0.1125 = 11.25%; entonces, ¡ninguno conseguiría registro! ¿Quién representaría a la ciudadanía (en caso de los diputados locales)? ¿Quién gobernaría (en los casos de ediles y gobernadores)?
La idea es promover el voto, la participación ciudadana y activa en la defensa de los derechos individuales. Vota, como quieras, pero vota. La decisión se demuestra sufragando.

5 DE JULIO, ¡ZAPATO?

He venido escuchando y leyendo a diestra y siniestra definiciones que van y vienen sobre el voto nulo y el voto blanco. Sin olvidar que en estos espacios de Indicios Magazín-e fue publicado el texto que parece haber detonado la bomba que ahora tiene temblando a los políticos mexicanos, una cosa me queda clara: el Paréntesis se abrió y no tiene para cuándo cerrarse.
De entre todas las opiniones quiero destacar las vertidas en más de una ocasión por Jacobo Zabludovsky tanto en su programa radiofónico De Una a Tres que transmite Grupo Radio Centro por sus frecuencias 690 de AM y 88.1 FM, como en su columna Bucareli que publica el Diario mexicano El Universal, donde esta columna Paréntesis vio y dejó de ver la luz hace ya varios años, como destaqué en el artículo que le dio vida en esta su versión en línea.
Don Jacobo, independientemente de mi admiración por él, es de los pocos que tienen claro el significado y el valor legal, moral y humano de las opciones de voto denominadas VOTO NULO y VOTO BLANCO. Acaso le ha faltado precisar algunos detalles para orientar mejor a su vasta audiencia. Para ayudarle, Indicios Magazín-e le ha hecho llegar una colaboración mínima extraída de nuestra sección Tiempo y Destiempo que también invitamos a nuestros lectores a revisar detenidamente con la idea de aprender a votar de manera efectiva.
Al margen de estas notas y para ampliar un poco el Paréntesis valga decir que se avizora en el futuro cercano un SEÑOR ZAPATO que calzará a la democracia mexicana y hará que la zapatilla de La Cenicienta se vea más que deslustrada en los pies de los partidos y candidatos actuales.
Más allá de su uso conceptual en el juego de Dominó para referir una derrota contundente y absoluta de los contrarios, la idea del "zapato democratizador" viene bien en estos momentos cuando buena parte de la población mexicana no se siente justamente representada por sus políticos. Cuando los mexicanos estamos cantando amenazadoramente aquello de "la chancla que yo tiro...". Pero está visto que en el país de los chancludos el rey, además de tuerto, usa zancos de media zuela.
Aquí y allá el electorado mexicano ha decidido ponerse coturnos y corear al unísono, acallando las voces discordantes de los que, esperando sorprender con sus desesperados argumentos, ya afirman en una larga lista que el voto nulo (que confunden con el blanco) es una jalada (dicho sin albur), un parásito, un sufragio tirado a la basura, abstención activa, la razón que ahogará las alternativas minoritarias, una moda, un movimiento de orígenes turbios e intereses creados, una amenaza a la democracia, una manera de sancionar, o simplemente algo inútil, cuando en realidad no es nada de eso. Si es inútil, lo es sólo y sólo si en la medida de las limitaciones que el código de procedimientos establece, porque a ojos de la ley no lo es.
Lo importante es votar, asistir a la casilla y decir "aquí estoy y esto elijo". Que un candidato firme ante notario, como propuso el empresario Alejandro Martí para forzar un compromiso de compra-venta de sufragio, no obliga al político a nada, aunque se constituya alrededor suyo un "observatorio ciudadano". Con todo lo respetable que es la propuesta del señor Martí, no deja de ser ingenua, pasto para populistas y oportunistas, y trasnochada. No olvidemos que el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto ya usó y fue el primero en usar ese recurso, si bien el sentido y el trasfondo fueron distintos. La propuesta tiene buena intención, eso ni dudarlo, pero es perfectible.
La democracia no la hacen los partidos, dicho sea entre Paréntesis, como tampoco la hacen los institutos electorales, ni los medios de comunicación o los políticos. La democracia la hace la sociedad, usted, yo, todos, independientemente de inclinaciones, afectos o fobias. Así, más nos vale un trapazo a tiempo y no un choclo agujerado a destiempo.

PIENSA TU VOTO. Aprendiendo a votar

Votar es una acción que se nos antoja sencilla, y lo es cuando se la mira superficialmente: basta hacer fila en una casilla electoral, cruzar una opción en una o varias boletas y, tan tan, eso es todo.
Pero si lo que uno quiere es que su voto sea efectivo es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones que generalmente no se nos enseña ni en la escuela, ni nos informan los medios de comunicación.

Hoy que en México está tan llevada y traída la discusión en torno al voto blanco y el voto nulo, se impone por salud de la democracia mexicana hacer ciertas precisiones.
Para que,
por parte de los escrutadores que conforman la Mesa Directiva de toda casilla, un voto sea considerado VOTO VÁLIDO (o comprometido o diferenciado, como algunos han denominado), el elector DEBE REGISTRAR SU VOTO SOLAMENTE COMO SE MUESTRA EN LA ILUSTRACIÓN. Cualquiera de las variantes mostradas se cuentan como voto válido.

En cambio, si el elector no sigue los lineamientos anteriores y al momento de registrar su voto cae en uno de los siguientes ejemplos, los escrutadores consideran tal voto nulo. Estos ejemplos, que pueden tener como origen el error de parte del individuo que emite su voto, pueden ser hechos también con todo propósito.
Esto último lo menciono porque, quienes se han dedicado recientemente a promover que la gente vote, pero que vote nulo no están haciendo de manera correcta la distinción de los modos de anulación y la manera como se relacionan estos con la aparente intencionalidad detrás de ello.

Para el caso de las boletas que incluyen candidaturas comunes entre partidos, pero los partidos fueron registrados en las mismas individualmente con su propio recuadro y no en un diseño conjunto representando la coalición, también existe una manera de identificar el voto nulo y el voto válido. Es el caso que se muestra en la tercera ilustración.
Debe considerarse, que estos ejemplos no tienen nada que ver con la otra opción denominada VOTO BLANCO. Generalmente, pero no siempre, dependiendo del número de partidos registrados y espacios o recuadros en la boleta, puede o debe existir un recuadro en blanco. Este recuadro da la posibilidad al elector de anotar en el espacio el nombre de un partido o candidato no registrado y/o cruzarlo como en los otros casos. Este NO ES UN VOTO NULO siempre y cuando no caiga en una de las muestras de la segunda ilustración.
Es importante destacar que TODAS LAS FORMAS DE VOTACIÓN CUENTAN. El hecho de que nuestras legislaciones federal y locales no tengan normas de procedimientos que determinen qué hacer con los votos nulos y blancos, en caso de ser su número superior al de los partidos o candidatos registrados y votados, no obsta para que conste este hecho. TODAS LAS FORMAS DE VOTACIÓN CUENTAN, y para muestra basta constatar que entre los muchos documentos que deben llenar y firmar los funcionarios de casilla, entre actas y reportes están aquellos en los que se asientan TODOS los resultados.
Si las formas de votación que hoy se discuten NULO Y BLANCO sólo tienen valor estadístico, no por ello pierden su carácter de opción válida y legal. Es tarea de legisladores y juzgadores interpretar y definir el significado de tales datos para el mejoramiento de nuestra incipiente democracia. Las encuestas recientes arrojan que hay la posibilidad de que el voto nulo o blanco (aún confundidos por los mismos encuestadores) alcance porcentajes nunca vistos de entre el 15 y el 18% de la votación en las próximas elecciones intermedias a celebrarse el 5 de julio de 2009. De ser así o aún superior, la tercera fuerza electoral que hasta ahora ha sido el Partido de la Revolución Democrática (PRD) bajaría en las preferencias. Y aun cuando no fuera así, el solo dato debería ser leído en principio como la señal de un electorado que no se siente debidamente representado por ninguna de los partidos existentes. No se trata de indecisos o solo de ciudadanos descontentos. Sino sería la evidencia de que o el sistema de partidos actual está rebasado y caduco, o el cambio cívico en la población está gestando un nuevo nicho que requiere atención más dedicada y moderna. En el supuesto de que rebasara esta tendencia a todos, el indicio significaría algo más: el estado debería ser reformado desde la raíz y con la mayor prontitud posible.
Votemos, como queramos, por quien queramos, pero ejerzamos ese derecho (que no obligación, como algunos quieren hacernos creer falsamente).
Pensar el voto, es aprender a elegir y configurar el tipo de democracia que nos queremos dar.

LA RELEVANCIA DEL ZAPATO

Cartón: Boligan
Teóricamente, una noticia tiene generalmente como promedio de vida en el ámbito de la opinión pública de alrededor de una semana. En ese tiempo, la resonancia de la información depende de muchos factores contra lo que puedan suponer los adoradores del rating, el ranking y otras mediciones estadísticas. El primero y más determinante de ellos es curiosamente el más difícil de medir: la relevancia.
Es común que los investigadores midan la relevancia desde la perspectiva del uso o respuesta de los consumidores respecto de un mensaje en particular. Así, si 10 personas leen la nota "A" mientras 25 atienden a la nota "B" se determinan conclusiones que se antojan estadísticamente obvias, pero si hay algo con lo que los estadísticos tienen que lidiar y hasta ahora muy pocos han podido resolver es con el valor subjetivo y cultural que subyace en las respuestas de los consumidores.

Al investigar mediante el buscador de Google cuántas referencias se suscitaron a lo largo de la semana en que estuvo en la palestra el asonado tema de los zapatazos lanzados al presidente estadounidense George W. Bush, estas fueron de un millón 380 mil referencias conteniendo la combinación de palabras "zapato" y "bush", para las fechas entre el 15 y el 22 de diciembre de 2008. Referencias todas estas en varios idiomas, algunas repetidas o redundantes o con alguna forma de desviación en cuanto al contenido contextual. Ahora, a la fecha de redactar esta entrega, el número de referencias "actualizadas" es de 163 mil. Es decir que disminuyeron en poco más del 90%.

¿Qué significan esos números? ¿El grado de interés sobre el tema? ¿Su importancia? ¿La actualidad? Sí y no exactamente. En la superficie sólo son la cantidad de búsquedas actuales relacionadas y no necesariamente la cantidad de referencias específicas, entre las que podrían contarse los documentos y artículos más añejos, las variaciones sobre el tema o las tendencias e inclinaciones en tal o cual sentido de la información. Podría pensarse que servirían de fundamento para establecer una tasa de referencialidad o una tasa de actualidad, pero no serían suficientes para retratar tales conceptos cabalmente.

En aquellas fechas, cuando la búsqueda se combinaba además con la palabra "periodista", el número disminuía notablemente a un millón 10 mil referencias. ¿Era menos interesante o relevante el tema por incluir al periodista actor del hecho? Hoy se muestran 143 mil referencias. Tanto en uno como en otro caso, todavía habría que hacer la tarea de excluir aquellas referencias sesgadas por incluir alguna o varias de las palabras pero en contextos diferentes al de la famosa escena del periodista iraquí que lanzó un zapato al ex presidente George W. Bush. No pueden hacerse simplonas sumas y restas, como pretenden algunos.

En estos días muy próximos a las elecciones intermedias en México, los temas de discusión central han sido el voto nulo y el voto blanco. Al buscar en Google la combinación exacta "voto nulo" obtenemos 495 mil referencias. Con la combinación "voto blanco", 363 mil referencias.

Desde mediados de junio, luego de la proposición del empresario Alejandro Martí mediante su organización Mexico S.O.S. para promover el "voto comprometido" bajo el lema "mi voto por tu compromiso", y con el cual conminó a los políticos mexicanos a signar ante notario público una lista de compromisos a cumplir a cambio del voto ciudadano, la primera combinación a la fecha de este artículo arroja 1,550 referencias, mientras la segunda arroja 151 mil referencias, haciendo notar un mayor uso de esa combinación en los materiales publicados en la Internet tanto en blogs, sitios, revistas, diarios, podcasts, etcétera, trátense de textos verbales o textos icónicos (imágenes e ilustraciones).

Estas cifras, que nada tienen que ver con otras medidas como vistas, visitas, clicks, contrastan con las de otra combinación: "voto diferenciado", que arroja 4,160 referencias.
  Estos datos duros, fríos, no reflejan el grado de confusión que el tema ha suscitado en la población mexicana que no está distinguiendo los conceptos "voto blanco" y "voto nulo", considerándolos equivalentes cuando en estricto y técnico sentido no lo son; ni clarifica el nivel de aprobación o rechazo del mismo. Sólo son indicios del interés que unas parejas de palabras tienen en la opinión pública durante un tiempo más o menos determinado.

A los anunciantes y publicistas esta información resulta útil al momento de contratar espacios publicitarios. Y a los editores de contenidos en la Internet y otros medios les sirve de guía para generar interés y tránsito hacia sus sitios mediante la fijación de etiquetas y categorías para la búsqueda. Pero para efectos comunicacionales y sociológicos, esta información no basta para profundizar en el trasfondo que encierra el interés por dichas palabras "voto", "nulo", "blanco", "diferenciado" y "comprometido". Son necesarios y obligados otros estudios más concienzudos que separen y observen por separado la incidencia de otros factores conceptuales y filtros de búsqueda. Las búsquedas que hemos hecho para este artículo no han utilizado ninguna clase de filtro, fuera del que implica el orden de las palabras, el uso de signos lógicos y el idioma.

También es importante considerar el origen y ubicación de la referencia, pues no es lo mismo que una palabra aparezca en el cuerpo de un artículo, que este artículo sea reciente o antiguo, a que lo haga en el título del mismo.

Google, sin duda el mejor buscador, aún con sus filtros, no discrimina. Es labor del investigador documental, del lector, del usuario de la Internet efectuar la discriminación y para eso son necesarios criterios que van más allá de la simple medición estadística. Hay que decir igualmente que semejantes datos no distinguen entre referencias comerciales (anuncios), referencias interactivas (vínculos y tracking), menciones efímeras (twitterfacebook y otros), y otras formas de referencialidad capaces de introducir sesgo involuntario.

Quien se entera mediante la carretera de la información ha de tener en cuenta estas minucias para no caer en las trampas que encierra la formación de la opinión pública. Existen muchos periodistas adoradores de las estadísticas que harían bien en volverse más metódicos y críticos al momento de emplear estos datos para su labor informativa, de lo contrario seguirán abonando a la confusión y amplificando la espiral de ruido.

ARTÍCULO EFÍMERO

El siguiente artículo sólo tiene como finalidad probar cómo funciona el Google Analytics.
En realidad, las líneas anotadas tienen como objetivo llenar un espacio a lo estúpido en la esperanza de generar algún tráfico.

MUJER Y MITO

Esta entrega se me antoja para desarrollar una secuencia. No la numero porque aún no la planifico suficientemente. Valga a modo de idea suelta para un estudio más pensado que tiene como fundamento lo expuesto por Joseph Campbell en su libro El Héroe de las Mil Máscaras.
No entiendo por qué algunas mujeres se ofenden si se las califica cuales brujas, si todas lo son, no sólo unas cuantas. Todas. O qué, no parece suficiente magia el don de alumbrar. La sola palabra "alumbramiento" encierra toda la esencia encantadora, sobrenatural de la mujer sin importar si lleva peludos verrugones en el rostro o es una ninfa capaz de competir con Afrodita. En el centro de todo mito están las dos caras de la mujer. Generalmente la bruja provee de las pócimas curativas del cuerpo y el alma, enseña y proyecta la relación con la divinidad, cualquiera que sea su signo, mediante la oración, el sortilegio, el fetiche. Y, curiosamente, es la mujer sencilla, la común, la de belleza natural, la que se antoja inalcanzable, es esa la que da pie al mito al introducir al varón héroe en el laberinto de la aventura con toda su perdición y su salvación.
Así que, no se ofendan, damicelas y ogras, todas valen por lo que son, BRUJAS. A qué sean devotas, eso ya queda en su conciencia, en su oficio y en su profesión. Por lo pronto a nosotros no nos queda más que, como el héroe de los cuentos y los mitos, o amarlas o aniquilarlas; pero, como sea, quemarlas, pues a su ardor siguen las cenizas de las que surge y resurge el ave Fénix de cada nueva generación.

A TRAVÉS DEL PUENTE DE CRISTAL

Esto del luto es una monserga, pero también una aventura. Hacía mucho tiempo que no escribía tanto y en tantos lados, lo que me encanta pero también me asusta. Mas no me asusta la responsabilidad, el compromiso, sino el riesgo latente de estar en ascuas por causa del acecho de los fantasmas que fustigan así el dolor como el amor. (Y me asusta que aún no percibo un centavo por esas palabras; y la ausencia de comentarios a veces me hace dudar de su utilidad y penetración, aunque claro, la safisfacción personal y la difusión aparejada por ahora bastan y sobran)
Hay muchas formas de duelo, tantas como cabezas en el mundo y como experiencias afectivas. Pero todos en algún momento de la vida experimentamos El Duelo, así con mayúscula. Generalmente ese tiene que ver con la pérdida del más grande y definitivo amor. Y puede repetirse, aunque graduado. El Duelo es un hito, el punto de partida de la iniciación para ser humano.
Recientemente, la indignación por la tragedia sufrida por las familias de los pequeñitos fallecidos a consecuencia del incendio de la guardería en Hermosillo, Sonora, México, inscribe y nos incluye a todos en esta forma de duelo, si bien los principales protagonistas de esta historia son los padres.
De nuevo, mi madre sale al paso para ayudarme a asimilar la realidad. Pues aun cuando ella para mí representa hoy El Duelo de mi vida (título que se suma a la lista de mis novelas, cuentos, poemas y ensayos que tengo frente a mí en el escritorio, en plena producción) sé por ella y su experiencia personal que incluso semejante quebranto no se compara con la pérdida (por cualquier medio o circunstancia) de un hijo, máxime cuando la privación sucede en las edades más tiernas. En mi familia lo sabemos y comprendemos con claridad y con dolor compartido.
Pensado y dicho lo anterior me veo al espejo y descubro una copia de mí mismo. Una versión masculina y mexicana de Susan Boyle. De pronto me parece ver en derredor máscaras de facciones neutras, sin embargo imitando los rostros de mis seres queridos. La superficie del espejo me revela el cambio que he venido padeciendo día con día. Soy como Bipa, la joven protagonista de La Emperatriz de los Etéreos, con hilos de plata entre los cabellos cada vez más escasos, una piel que se va adelgazando erosionada por la pena, desgastada por la edad. Tras mi mirada ahora más transparente adivino la piedra semipreciosa que palpita en mi pecho, el ópalo que regula mi vida, el reservorio de la belleza y la razón de mi ser. Como agua cristalina, el frío bloque de hielo, el reflejo mercuriano ante mí me expone invertido, divertido, controvertido, en una compleja introversión que apuesta por extrovertirse aunque sea por medio de las promesas contenidas en las palabras, ésas como estas que ahora lees con paciencia y quizás algún afecto, como cruzando un puente de cristal tan firme y vulnerable como el sueño que he tenido.
Aunque no la había leído cuando la mencioné por primera vez en este espacio, La Emperatriz de los Etéreos es una novela cuyo público objetivo lo conforman los infantes y los adolescentes; pero no exclusivamente. Se trata de una historia fantástica, que se antoja de ecología un poco futurista. Es una historia que linda con las fronteras de los mitos de iniciación. Sencilla, visual, su motivo central es el cambio, la única constante en la vida; la transformación de la corporeidad a la espiritualidad, el abandono del prejuicio para abrazar el juicio de la madurez.
No es necesario ser niño o adolescente, físicamente, para identificarse con los personajes de la novela y la historia que narra. Personalmente, al principio me identifiqué con Aer, el amigo de Bipa, por lo curioso, su alegre interés en la novedad, su idealismo y su carácter disperso pero firme. Confieso que a Bipa la repelí por su exagerado pragmatismo que a veces raya en la grosería. Me cayó mal. Pronto descubrí que es más cercana a mí de lo que imaginaba.
Aquí no tiene qué ver el lado femenino o masculino del lector, sino los valores y cómo se van lustrando en el transcurso de la narración muy bien escrita por la autora española Laura Gallego García.
Parecerá que ahora, en el párrafo que comienza, cambio de tema. De ningún modo, mi Elogio de la Lectura consiste en la concatenación de sensaciones y experiencias enraizadas en las imágenes que suscitan las palabras, o las palabras que detonan las imágenes. En el cuento "Carta a una señorita de París" de Julio Cortázar incluído en el primer volumen de los Cuentos Completos editado por Alfaguara y que originalmente formó parte del libro Bestiario, el protagonista y narrador detalla su peculiar estado. Es un individuo que vomita gazapos, conejitos vaya. Aquí usé la palabra gazapo con todo propósito, tanto como sinónimo de cría de conejo, como en su sentido de "error o equivocación que por inadvertencia se deja escapar al escribir o al hablar".
El personaje del cuento se dedica a escribir, así que Cortázar tampoco utiliza gratuitamente la palabra "gazapo" sino como metáfora. Quienes escribimos o pretendemos hacerlo, como dicho personaje vivimos entre gazapos, a veces muy encariñados con ellos a pesar de lo molestos e incómodos que pueden ser. Como el personaje, ahora yo veo mi entorno y, agobiado por la ausencia de mi madre, también concluyo "qué difícil oponerse, aún aceptándolo con entera sumisión del propio ser, al orden minucioso que una mujer instaura en su liviana residencia. Cuán culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla allí simplemente porque uno ha traído sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde habrán de estar. Mover esa tacita vale por un horrible rojo inesperado en la modulación de Ozenfant, como si de golpe las cuerdas de todos los contrabajos se rompieran al mismo tiempo con el mismo espantoso chicotazo en el instante más callado de una sinfonía de Mozart. Mover esa tacita altera el juego de relaciones de toda la casa, de cada objeto con otro, de cada momento de su alma con el alma entera de la casa y su habitante lejana. Y yo no puedo acercar los dedos a un libro, ceñir apenas el cono de luz de una lámpara, destapar la caja de música, sin que un sentimiento de ultraje y desafío me pase por los ojos como un bando de gorriones".
Susan Boyle, como yo y de mi misma edad y también soltera, de algún modo adolescente, también recientemente huérfana; Bipa, como ambos, enamorada de la esencia del huérfano Aer, del que en un momento se ve privada, se lanza a la aventura del duelo y todos, igualmente, nos lanzamos a la búsqueda de nosotros mismos, sin rumbo definido, acompañados apenas por un fardo de recuerdos que, no obstante su peso y apariencia de golem monstruoso, fielmente nos sigue por el sólo hecho de ser el resultado de la memoria, el conjunto más cuidado de gazapos, la reminiscencia de lo que acostumbramos ser como suma de aciertos y errores, la esperanza de resultar en el orgullo de nuestra madre por obra y gracia de nuestros talentos, tal y como promete el físico relativista Daniel Hawking a su mamá dentro de la serie televisiva Lost. "Las costumbres", escribe Cortázar, "son formas concretas del ritmo, son la cuota de ritmo que nos ayuda a vivir". Pero estas también con el tiempo se diluyen convertidas en rutina. La rutina es útil mientras sirve a la construcción de lo que se tiene: la vida.
"Vivir la vida", pone Laura Gallego en voz de Bipa: "eso no tiene precio. Quien no haya pasado nunca frío no apreciará el valor de una huoguera. Quien nunca haya llorado no disfrutará de los momentos de risas. Quien no haya pasado hambre no valorará un plato de estofado caliente. Quien no conozca la muerte no sentirá amor por la vida". Esto es lo que mi Coneja me enseño.

Una postdata para ser congruente con estos Apuntes alrededor del vacío, secuela como bien sabes de mis Apuntes alrededor del Deseo: La Emperatriz de los Etéreos por su impresión es como dos libros en uno. El forro con solapas, impreso en técnicas offset y serigráficas, equivale a uno con cuerpo pero vacío de sustancia; es preferible quitarlo para no dañarlo, así se descubre una portada de diseños menos corpóreos. Es el segundo libro, nada hueco.