CHIDO ONE
Una amistad en Facebook me hizo una observación en un comentario luego de que yo empleara el vocablo "Nop" para responder a un apunte suyo. Dijo como un extrañamiento: "una persona culta no las usa".
Bien, ahora aquí respondo que todo lo
contrario, una persona culta cuenta con una variedad suficiente de
léxico no sólo en su idioma, sino de los extranjerismos que forman
en un momento parte de la expresión. Si fuera lo contrario, Rubén
Darío no habría creado el modernismo que tuvo como principal
característica el cosmopolitismo en la expresión, tomando del
inglés, el francés y el alemán todo lo necesario para complementar
su poesía, ni Ezra Pound habría escrito sus maravillosos poemas con
frases extraídas del chino y escritas en chino, ni... En fin, hay
tantos ejemplos, incluso del empleo de dialectos como el nahua, el
maya. La cultura implica ampliación de horizontes, no reduccionismo
especialista. Así, digo yep a la libertad expresiva y niet al
puritanismo lingüístico. Como siempre digo, para romper las normas,
hay que conocerlas primero. Y como el lenguaje es dinámico...
Un ejemplo de nuestro propio idioma:
hoy muchas personas emplean el mexicanismo "chido", barbarismo surgido en los años
ochenta como una deformación del más antiguo "chilo" que
decían los abuelos y tatarabuelos (generalmente en el argot más
populachero). Este probablemente se derivó de algún pochismo
introducido o por los pachucos en los años cuarenta o por la moda
“Inn” característica de los jóvenes de “La Ola” en la
segunda mitad de los cincuentas y los sesentas; quizá del inglés
“chill” verbo con el significado de estremecerse por alegría o
entusiasmo que al forzarse en su conjugación al español daría:
“¡Caray, esta morra chila (estremece)!”, por ejemplo. Al
castellanizarse pasó a chila, chilo, aplicando la ley etimológica
del sonido Yod, se transformó en el actual “chido”, “chida”.
Otro posible origen, en la misma idea, es que puede derivar del slang
inglés “shill” (cómplice del embustero, fulero, fullero o
fanfarrón). La primera partiría de un verbo “chill”
(estremecer), mientras que la segunda lo haría de un sustantivo. La
deformación por uso sería la misma, aunque el uso distinto, la
frase de ejemplo podría ser: “¡Caray, chila morra!” (muchacha
cómplice del hablante o un tercero).
Esta bien chida esta nota, ¡que chido!
ResponderBorrarUna observación: el náhuatl y el maya no son dialectos. Son lenguas en todo su derecho, al igual que el español, el inglés, el francés y todas las demás que mencionas.
ResponderBorrarUn dialecto es una variante de una lengua, como el español de México y el de España. Y más específicamente, el español del norte de México y el del sur. Eso es un dialecto. NO una lengua de "menos prestigio".