LENGUAJE DOSIFICADO

noviembre 08, 2013 Santoñito Anacoreta 0 Comments

Llevo un par de días mascando la noticia acerca de de que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación buscan revertir la restricción del uso de las palabras maricón y puñal por considerarlos (en una primera oportunidad) ofensivas por homofóbicas. La andanada de críticas (entre las cuales sumo y he sumado las mías) no se hizo esperar y para ello muchos utilizamos el mismo lenguaje restringido para referirnos a los ministros como putos, jotos, maricones, puñales, floripondios, maricas, mariquitas (y recuerdo al gran comediante mexicano Jesús Martínez "Palillo") acobardados pulpos chupeteadores del erario nacional "jijos de su mal dormir", y todo para referirme o referirnos al hecho grosero por obtuso de acusar a las palabras de lo que jamás podrán ser culpables: la intención.

Es de sabios cambiar de opinión y parece que ahora eso es lo que sucede. Los señores ministros (en el plural incluyo a las mujeres; es innecesario jugar con la aborrecible y tediosa fórmula diplomática introducida por Vicente Fox y otros en afán de granjear a los géneros) están reconsiderando su decisión no sólo por injusta para un elemento fundamental de nuestra idiosincrasia y cultura (el lenguaje, la lengua, el idioma), sino por inoperante. Lo que debe castigarse o premiarse siempre es el propósito no el instrumento empleado. El crimen o la ofensa no los comete el "puñal", sino quien lo empuña con todas sus razones, ventajas y desventajas. A veces entre amigos decimos "no seas maricón (cobarde, timorato), lánzate a la conquista de la morra esa o a resolver tal problema" y el aludido no se da por vilipendiado.

Más y mejor harían los homosexuales (y no nada más) en esa muy merecida y loable lucha por ejercer y exigir sus derechos en también obligarse a engruesar su piel y no andar ahora sí que de chilletas maricones diciendo a diestra y siniestra "mírelo miorcó". En una sociedad igualitaria y democrática como la que propugnamos quien se lleva, se aguanta. O todos coludos o todos rabones. Si son tan hombrecitos o mujercitas para hacer valer lo que les corresponde, séanlo también para adaptarse y orientar el sentido de la adaptación de esta a veces agobiante sociedad injusta en su heterosexualidad.
¿Tema aparte?
Cierto autor amigo hace un mensaje para un medio masivo y emplea la palabra "financía", así con acento en la última /i/. Hago el respetuoso apunte correctivo y alguien salta en defensa de lo indefendible anotando palabras más o menos:

"Yo no veo el error cuando es obvio que la idea central se logró".

A ello repuse:

No porque la idea central se logre vamos a ser permisivos (lo digo como creador de contenidos). Precisamente al contrario, más debemos exigirnos porque nuestro papel no es sólo hacer algo "bonito" o "simpático" o "punzante". Debemos predicar con el ejemplo.

El público es "chistoso", por decir lo menos; se queja de los contenidos de los medios, pero al fin y al cabo deja pasar tantas erratas que luego por ello muchos de quienes hacemos o pretenden hacer contenidos los hacemos o hacen al ahí se va; total, el público es tanto o más ignorante que nosotros y no se da cuenta. ¿Será?

Permitir una falla como la señalada, aunque parezca poco importante y peor difundirla (y lo digo porque yo mismo comparto los mensajes de mi amigo como otros mis poemas y demás textos) es contribuir a su diseminación, justificar su réplica en boca de más y más de todos nosotros.

Hace no mucho, un juez del Estado de México obsequió sentencia en contra a un abogado que "la llevaba ganada". Cuando el abogado se quejó, el juez regañó al leguleyo: "una simple coma en tu demanda cambió el significado de la argumentación". ¿Hablamos y escribimos con propiedad o no? O todos coludos o todos rabones, pero entonces que unos no se quejen ni chillen por causa de los segundos ni viceversa, y que conste que en este "viceversa" hago tanto como escupir al cielo.

Aleccionador, más que anecdótico
Recomiendo tener más cuidado con la redacción y la lógica.

Esta nota (http://www.sdpnoticias.com/sorprendente/2013/11/08/por-las-prisas-mujer-atrapada-teniendo-sexo-en-publico-se-pone-hamburguesa-como-zapato), como otras que he leído en el pasado en tal medio presenta varias fallas y errores. Señalo uno: en el párrafo final fallan la concordancia, la puntuación; dice 'La "caliente" pareja de enamorados, fueron detenidos, pues además de incurrir en faltas a la moral, estaban totalmente ebrios al momento de ser descubiertos', debiendo decir: 'La "caliente" pareja de enamorados fue detenida pues, además de incurrir en faltas a la moral, estaba totalmente ebria al momento de ser descubierta', toda vez que el sujeto del enunciado es "la pareja" y no "los enamorados", y el complemento modificador aclara las faltas a la moral, no es causa principal.

Por fallas así, parece mentira, pero se consiguen malas interpretaciones de los hechos, se confunde al consumidor de contenidos y se incide en un cada vez más generalizado mal decir.

P.D.: Todavía argumentando detalles técnicos, la puntuación en los blogs luego deja qué desear en cuanto a la forma correcta de redactar, lamentablemente. Porque hay signos ortográficos como las comillas que, a menos que las arrastre uno desde el procesador de palabras, los soportes no incluyen la tipografía necesaria para tantas formas de decir que encierran los distintos idiomas.

0 comentarios:

Gracias por sus comentarios con "L" de Lector.